Hace unos días vino a nuestra clase un chico para enseñarnos a hacer jabón, la actividad nos pareció muy interesante y divertida... Os vamos a contar qué es el jabón y como se elabora uno. ¡MANOS A LA OBRA!
El jabón (del latín tardío sapo, -ōnis, y este del germánico *saipôn) es una mezcla de sales de ácidos grasos de cadenas largas. Puede variar en su composición y en el método de su procesamiento. La obtención de jabón es una de las síntesis químicas más antigua. Fenicios, griegos y romanos ya usaban un tipo de jabón que obtenían hirviendo sebo de cabra con una pasta formadas por cenizas de fuego de leña y agua (potasa).
A lo largo de los siglos se ha fabricado de forma artesanal, tratando las grasas, en caliente, con disoluciones de hidróxido de sodio o de potasio. Aún, hoy en día, se hace en casa a partir del aceite que sobra cuando se fríen los alimentos. Si quieres hacer una pequeña cantidad de jabón sólo necesitas aceite usado, agua y sosa cáustica (hidróxido de sodio), producto que puede comprarse en las droguerías. |
Material que vas a necesitar:
- Recipiente de barro, metal o cristal.
- Cuchara o palo de madera.
- 800 ml de agua.
- 300g de sosa caústica.
- 1 l de aceite usado (colado).
Proceso:
1º Echar en un recipiente la sosa caústica y el agua; mezclar en un lugar abierto y remover hasta que dejen de salir gases y se disuelva la sosa.
2º Añadir poco a poco el aceite y remover durante 20 min, despacio en la misma dirección (en sentido contrario de las agujas del reloj).
3º Dejar endurecer la mezcla durante el tiempo necesario.
NOTA: A veces ocurre que por mucho que removamos, la mezcla está siempre líquida, el jabón se ha “cortado”. No lo tires, pasa la mezcla a una cacerola y calienta en el fuego de la cocina. Removiendo de nuevo aparecerá al fin el jabón.
PRECAUCIÓN: La sosa cáustica es muy corrosiva y debes evitar que entre en contacto con la ropa o con la piel. En caso de mancharte lávate inmediatamente con agua abundante y jabón.
